Bomba, el Niño de la Selva: Prólogo personal
Empecemos este extenso post con una reseña personal: tenía seis o siete años y los libros empezaban a maravillarme seriamente. Por obra y gracia de unos primos cayó en mis manos un libro amarillo de una colección llamada Robin Hood. La tapa era espectacular: parecía Tarzan (sí, ya había visto por la tele las películas de Johnny Weissmuller y había quedado fascinado) pero era más joven. En la tapa este joven tenía agarrado a un indio por la espalda en una toma digna de la lucha libre.
Quede alucinado por la tapa y comencé a leer. Y quedé MAS ALUCINADO. Al protagonista le pasaba de todo: lo perseguían indios, fieras salvajes, se salvaba de peligros imposibles y al final triunfaba. Yo no podía parar de leer esas páginas. Había quedado atrapado por la literatura escapista. Y quien me había enganchado era Bomba, el Niño de la Selva.
Se que no fui el único al que le pasó eso: en Argentina entre los años 1950 y 1980, varias generaciones de niños crecieron leyendo los libros de esta colección Robin Hood (que editaba editorial Acme, ¡se los juro por Bugs Bunny!). Y entre todos los libros de la colección, los de Bomba fueron de los más exitosos. Desde las tapas, firmadas por Pablo Pereyra, dibujante bien clásico y que si mi memoria no falla también hizo bastantes historietas, el lector quedaba enganchado. Bueno, hasta que se cabía grande: recuerdo que uno de mis primeros momentos de crítica literaria fue a los diez años mas o menos, cuando decidí que las historias de Bomba eran bastante repetitivas (a diferencia de, por ejemplo, Salgari, otro autor que descubrí con la Robin Hood) y me deshice de los libros.
Pero el recuerdo quedó. Y siempre me quedó la intriga de saber quíen era ese tal Roy Rockwood, autor de esas novelas. Durante mucho tiempo no supe nada de nada sobre él: ninguna historia de la literatura lo nombraba. No había pistas sobre él. Solo una serie de libros que parecían existir sin pasado ni presente.
Con el tiempo fui averiguando más cosas: hubo varias pelis de Bomba que hizo Johnny Sheffield, el mismo que hacía del hijo de Weissmuller en las pelis de Tarzan (y era una elección lógica). La DC sacó una colección de siete revistas de Bomba que durante años vi de oferta en los catálogos yanquis, demostrando que a nadie le interesaba. Busqué finalmente en Internerd y empecé a saber algo más sobre el personaje. Eso sí, la poca información que había estaba en inglés. En castellano apenas laguna mísera línea de gente recordando nostálgica esas novelas que había leído de niño.
Llegó la idea de hacer este especial ¡UNGAWA! Y una de las primeras ideas que me surgió fue hacer el informe más completo que pudiera sobre Bomba, el Niño de la Selva (al menos en castellano). Un poco porque no hay nada así en la red (algo casi inaudito, realmente), otro poco porque le hace la tema y otro poco porque me parece necesario rendirle homenaje a las novelas que fueron en buena medida responsable que me acostumbrara a leer. Algo que para mí, es más que suficiente para merecer este informe en varias partes...
ACOTACION: las ilustraciones de esta nota (que reemplazan las puestas originalmente) son de M. Veroni, el tipo que ilustó las páginas interiores de los libros de Bomba de la colección Robin Hood. Sin que me parezcan muy buenos, los pongo porque a) no hay tanto mateiral de Bomba en la red y b) porque Bibi en este post me hizo sentir un poco culpable de robarme las imagenes sin avisar. Conste que no necesariamente concuerdo con todo lo que dice Bibi, pero en parte tiene razon: si hay posibilidad de poner material nuevo porque robar sin permiso...
Ahora vayan a la primera parte de este informe sobre Bomba.
3 comentarios
Pablo Grisafi -
Rápido y de memoria:¿El amigo era Gibo, un indio medio imbecil?¿El padre era ventrilocuo?¿el avion era el murciélago gigante?¿después iban a África?Ahí estaba buenísimo: para que lo acepten en una tribu tenía que pasar 3 noches en un valle cerrado donde terminaba a lomos de un rinoceronte, y despues a Gibo y a un negro (el amigo africano) los dejaban asociarse sin pedirles nada.¡Y había una pigmea blanca y todo!
roberto -
Bueno tmapoco está tan mal que a cambio tenían a Mortadelo y Filemón y demás íconos de Bruguera...
higronauta -